La Quarta Revolució Industrial: la Indústria 4.0
A lo largo de la historia la Industria ha evolucionado hasta lo que se le conoce hoy como la Cuarta Revolución Industrial. Este desarrollo dio comienzo con la Primera Revolución Industrial en el siglo XVIII, fue propiciada por la utilización del vapor y la energía hidráulica como fuente de energía y la mecanización de los procesos.
La Segunda Revolución Industrial, a finales del siglo XIX, fue impulsada por el ferrocarril, la electricidad y la producción en masa.
En la Tercera Revolución Industrial, a finales del siglo XX, se concibieron las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC’s). Con la aparición de nuevas tecnologías modificó la manera de hacer las cosas, apareciendo nuevos productos, nuevos procesos y nuevos modelos de negocio, acelerando el cambio hacia una nueva Era.
La industria 4.0: la empresa conectada
En la actualidad estamos inmersos en un nuevo paradigma, la Cuarta Revolución Industrial o lo que se conoce como la Industria 4.0, donde se ha evolucionado del uso de las Tecnologías de la información y la Comunicación (TIC’s), a la digitalización y la conectividad global.
En la Industria 4.0, la innovación, la automatización y la incorporación de procesos eficientes suponen un salto exponencial en la capacidad competitiva de las empresas, siendo las tecnologías la raíz de las estrategias del éxito industrial, demostrado que son factores significativos para mantener una posición de liderazgo.
Nos encontramos ante un escenario donde los clientes están interconectados, con potentes fuentes de información como son; smartphones, tablets, ordenadores y las tecnologías vestibles (wearable technology), que influyen en sus hábitos de consumo y no habiendo vuelta atrás a estas prácticas.
Esta situación está provocando que los métodos de producción se centren en las necesidades que plantean los clientes, para poder ofrecerles un producto a medida con procesos de fabricación flexibles e involucrando al usuario en el diseño, permitiendo responder a las expectativas de estos, adaptándose rápidamente a las situaciones cambiantes de las demandas.
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Las tecnologías digitales o habilitadores digitales permiten la fusión de lo virtual con lo físico creando un nuevo modelo de producción donde todos los elemento son capaces de comunicarse entre sí, buscando una perfecta organización. Todos los movimientos que realicen los productos pueden ser transferidos como información y de manera autónoma les podrán decir a las máquinas que operaciones son necesarias y se están utilizando.
Con recursos y productos inteligentes los objetos físicos se integrarán a la perfección en la red de información. Todo esto, no solo beneficiará la producción y comunicación interna de las empresas, sino también a nivel externo, al intercambio de información entre los agentes implicados.
Las personas conectadas colaborarán entre sí y, por tanto, serán más productivas, eficientes y rápidas que las que actúan en solitario. A los trabajadores se les asignarán trabajos más especializados, por lo que la formación continua y adquisición de competencias digitales transversales es de vital importancia para ser más eficientes, conduciendo a una relación entre humanos y máquinas más natural.
Por todo lo anterior, mantener un posicionamiento competitivo depende de la capacidad de adaptación al cambio de las empresas, no perdiendo de vista su transformación digital permanente.
